6 sept 2012

Blu: una nueva alternativa, pero para Caracol TV

En mi postura como aficionado a la radio hablada y con mi conocimiento más de espectador que de cualquier otra cosa, me di a la afiebrada tarea de escuchar hoy la primera emisión formal de Blu Radio como medio noticioso.

La nueva incursión del Grupo Santodomingo en la radio inició, después de haberse hecho con el dial de Melodía FM, con una programación musical con géneros bastante atractivos para un grupo particular. Era usual escuchar o ver comentarios positivos sobre la nueva emisora y su contenido musical pese a que transmitía los noticieros de Caracol Televisión durante sus emisiones en vivo. Eso ya era una pista de lo que se venía. Hoy, todo cambió y mucha de la audiencia que cautivaron con la música, definitivamente se perdió.

Hoy, como Néstor Morales y su combo, yo también madrugué, en mi caso para escucharlos. Admito que tenía una gran expectativa. Pensé que iniciaría a las 5 a.m., como muchos noticieros radiales lo hacen, pero inició a las 6 a.m. En la página web de la emisora dicen que van de 5 a 12, quién sabe por qué habrán cambiado. En fin, lo primero que se escuchó fue a un Néstor Morales mesurado quizá contrastante con su carácter. Como se esperaba, saludó a la nueva audiencia y celebró la "nueva alternativa" para la radio colombiana. "Una radio independiente" osó decir, y luego agradeció al Grupo Santodomingo por el apoyo al proyecto. No pude evitar sonreír. Lo que siguió me comenzó a sorprender de manera negativa. Los mismos reporteros de Caracol Noticias, en muchos casos, son los que cubren las noticias para Blu Radio. Mabel Lara, la presentadora de noticias, sale en la mañana en Blu y en el medio día en Caracol TV. Juliana Enríquez, César Chaparro, Carlos Barragán, Javier Hernández, etc. son solo algunos de los cuales quedaron más reencauchados que los personajes de NP&. ¿Una nueva alternativa? En el grupo periodístico tal parece que no es así.

Pero vamos al contenido, a las noticias. Mañanas Blu (no sé por qué ese nombre se me hace familiar y un poco trillado) tiene un formato que está bien, permite desencajar de esa línea de pseudo-objetividad de los medios televisivos y aporta mayor opinión, una gran ventaja de la radio. Algo similar hace Todelar llamando a Antonio Morales y algo ya venía haciendo La FM por ejemplo. Pero Blu fue más ambicioso quizá en ese campo y llamó a muchos panelistas que cada tanto se refieren durante un par de minutos a un tema de coyuntura nacional de manera acalorada, casi que buscando controvertir en ocasiones a la fuerza. Como un mini Hora 20 entre dos o máximo 3 panelistas (por lo menos así sucedió hoy). No está mal, aunque falta pulirlo, por supuesto. Lo positivo en este sentido es encontrar opiniones más autorizadas que las de un periodista para opinar sobre temas generales, es enriquecedor escuchar a Aurelio Suárez por solo nombrar un caso hablar sobre Bogotá, o a Paloma Valencia, defendiendo al uribismo por fuera de las toldas de La Hora de La Verdad de Fernando Londoño. Incluir a personas conocedoras por encima de su ideología es sin duda un punto a favor para Blu.

Cada media hora el resumen de noticias habitual se llama Voces y sonidos. Allí reproducen declaraciones de personajes importantes y las contextualizan para generar la noticia; nada mal, aunque a veces uno se pierde. Al final del resumen hacen un espacio de noticias contrarreloj en el que sueltan titulares a mansalva. Esto último no cambia demasiado en el formato de radio.

Pues bien, entrevistas, noticias extrañas, ambiente cálido, y cada cosa que un programa hablado radial de la mañana pueda tener, lo tiene Blu... Excepto música. Por lo menos durante el primer día cada quien habló en medio de una profunda quietud de fondo (en incontables ocasiones se quedaba la emisión en silencio y la razón era porque cerraban los micrófonos y quien iba a hablar simplemente no se escuchaba); dejaron a un lado toda la música que venían poniendo y la desaparecieron sin dejar rastro de ella durante la mañana. Un cambio abrupto y quizá en contra, porque mucha gente se sintió defraudada tras la salida de la buena música que se transmitía. Deberían ambientar Mañanas W con música, ojalá esté en los planes. La radio es solo oído e imaginación, y oído sin música simplemente funciona a la mitad.

Al finalizar Mañanas Blu viene a las 12 un programa llamado Vive Bogotá. Según Blu vendrán Vive Medellín, Vive Cali y etc. Ese programa sí me pareció propositivo y nuevo en una hora en la que se actualizan noticias nacionales. En el programa los panelistas debaten temas de las ciudades durante 45 minutos. Falta ver cuánto terminarán hablando los panelistas cuando empiecen a llegar las cuñas.

Luego, para iniciar la 1 de la tarde, inicia lo que en mi opinión es el descache más grande de Blu y que vaticino, sin ser un experto, que saldrá del aire a menos que hagan algo más interesante. Se llama Agenda en tacones, un programa de mujeres cuyas presentadoras son el 80% de las presentadoras de Día a Día de Caracol más Juanita Kremer hablando sobre temas tan superfluos como la demanda de Antonio de la Rúa a Shakira y un montón de cosas que desencajan completamente en el formato que mostraba Blu desde las 6 a.m. Una vez más, Blu reencauchando a los personajes de Caracol TV en la radio. ¿Nueva alternativa? Un magazín más, aburrido como la mayoría.

A las 2:30 p.m. termina el magazín y comienza Blog deportivo. Adivinen quiénes presentan el programa. No se equivocan, los mismos periodistas deportivos de Caracol, encabezados por Javier Hernández y Ricardo Orrego. Más de lo mismo. No hay mucho más qué decir, tenían tema suficiente para hablar hasta las 4 p.m. Alejandro Pino, el 'Juanita Kremer' del Blog Deportivo (el solitario periodista que no hace parte de Caracol TV en su programa), es por lo menos una incursión llamativa. 

A las 4 termina el Blog y comienza lo que en mi opinión personal será un Cocuyo en potencia: de 4 a 7 Voz Pópuli pretende robarle sintonía a La Luciérnaga tratando de hacer reír a los oyentes a través de imitaciones y personajes excesivamente sobreactuados, provenientes por supuesto, como no podía ser diferente, de la nómina de Caracol TV. Lo escuché todo, solo porque soy un gran seguidor de La Luciérnaga, y debo confesar que si quieren competir deben mejorar muchísimo el formato. Lo primero, es que quieren ser chistosos y con tanta risa impostada simplemente no producen risa. Lo segundo, es que Ricardo Orrego y Juan Manuel Vargas, pese a que son muy buenos periodistas, no tienen el talante de directores eximios de radio como para dirigir a un montón de humoristas y analistas de modo tal que puedan sacar provecho a cada detalle el programa. No logran hilvanar el humor con la seriedad, parece separado lo uno de lo otro, y quizá ahí está el éxito de La Luciérnaga. En Voz Pópuli, en cambio, parece que solo quieren parodiar un programa de parodia. 

De ahí para allá dejé de escuchar Blu. A las 8 inicia un programa de tecnología y a las 7 retransmiten Caracol Noticias. De ahí en más tienen programación fines de semana con variedades y fútbol, y nada que descreste en realidad (por lo menos por lo que uno ve en la programación, faltaría oír cómo funciona). Como conclusión me ha quedado que lo único rescatable de Mañanas Blu es su sección de panelistas, el periodismo de Felipe Zuleta que le da vida a un espacio silencioso y un Néstor Morales que en mi opinión es un gran director: mesurado y no muy estricto (dejando de lado su personalidad, claro). A Mabel Lara, por su parte, le falta desenredarse, aunque supongo que eso irá sucediendo con el tiempo. De Vive Bogotá rescato su formato en general, es diferente a esa hora. De ahí en más, la programación solo es más de lo mismo pero con un agregado: nos metieron Caracol TV ahora en radio. La ilusión logró desinflarse un poco, yo era optimista pese a que el Grupo Santodomingo es el que preside el proyecto; sin embargo, por lo menos en mi caso, me resulta muy fastidioso que Blu sea tan dependiente de una cadena televisiva. Eso le ha venido pasando a La FM con RCN y la he dejado de escuchar, la relación entre TV y radio debería existir, pero no haciendo primar a un medio sobre el otro.

Para terminar, algo que deben mejorar en definitiva: ¡dejen de joder tanto con los micrófonos! Los cierran a cada rato y los que van a hablar no se escuchan en el 50% de sus intervenciones. Están empezando apenas y hay tiempo para crecer, yo lo único que espero, como aficionado a la radio hablada, es que despeguen a Caracol TV de Blu. Puede hacerlo solo.



10 jun 2012

Mi Selección Colombia ideal




Doce años sin llegar a un mundial de fútbol es algo que angustia a muchos colombianos. Por la selección han pasado una infinidad de jugadores estrellas en sus equipos ─y otros no tanto─ que han dejado a Colombia de quinta, sexta o séptima en la clasificación de Sudamérica obligándonos a vestir la camiseta de Ecuador o a la de Honduras durante el mundial. En una larga noche de filosofía futbolística me puse a pensar por qué Colombia siendo un país tan futbolero y experto en aquellos temas del gol ha dejado de asistir al certamen internacional; finalmente llegué a la conclusión de que en Colombia tenemos argumentos suficientes para incluso, salir campeones del mundo, pero hay que poner a los jugadores adecuados.

¿Falcao?, ¿Dorlan Pabón?, ¿James Rodríguez?, ¿Pekerman de Director técnico? No, no me refiero a ellos, en Colombia podemos tener un onceno mucho más competitivo que pasaría por encima de Messi o Luis Suárez. La selección Colombia que quiero proponer es una que seguramente haría 30 puntos de los 26 posibles. No, hacer 30 de 26 no es ilógico, ellos han sido capaces de cosas aún más increíbles.

Empecemos por el portero. Para mí, la larga trayectoria de Álvaro Uribe lo convierte en titular indiscutible de mi selección Colombia bajo los tres palos. El ex presidente ha logrado tapar tantos goles que algunos colombianos piensan incluso que estamos invictos. Podría ser el capitán porque defiende a cualquier jugador del equipo, así hayan quebrado a un contrincante o se hayan burlado del juez; inclusive, Uribe puede jugar como arquero líbero auto defendiendo el arco por si suben los centrales a meterle la cabeza a la pelota.

Como centrales yo pondría a dos tipos recios, dos que defiendan lo indefendible y que hagan lo que sea para evitar que la pelota le llegue a Uribe. José Obdulio y Fernando Londoño serían centrales inexpugnables. Ellos, con su increíble poder de cuidar y mantener la posición así se les venga el mundo encima, los hace una barrera casi que imposible de pasar. Aunque a veces recurren al juego sucio y eso produce un poco de inseguridad, esa entrega y esa enjundia con la que defienden el arco de Uribe es lo que le hace falta a la Selección. Como suplente podría dejar a Jaime Granados (el abogado de Laura Moreno, la del caso Colmenares), o a Eduardo Montealegre, todo depende de si se logra gestionar el patrocinio de alguna EPS.

Como laterales, o marcadores de punta que llaman, la decisión es un poco complicada. Por lo menos, como lateral por el sector derecho, yo pondría al Ministro de Minas Mauricio Cárdenas. Es cierto que no es muy bueno en su posición, en ocasiones pareciera que no hace nada en el campo, pero tiene una gran ventaja: el hombre sube y sube y sube y sube constantemente como si no le hiciera falta la gasolina. Un lateral con esa mentalidad de estar subiendo para colaborar con las labores que resultan ofensivas haría un gran aporte a la Selección.

Resulta difícil elegir al lateral por izquierda. Los conocedores de fútbol saben lo difícil que es conseguir un buen jugador en esa posición; incluso, en ocasiones los técnicos deciden convertir a laterales de derecha en marcadores por izquierda. Yo en este caso haría lo mismo, pondría a Lucho Garzón en ese puesto, el tipo tiene buen manejo del balón tanto con el perfil izquierdo como con el derecho y hasta se puede mover por cualquier posición del campo sin ningún recaudo. Además, dicen que Lucho cuando empezó en inferiores jugó por la izquierda, así que no le debe costar mucho adaptarse como lateral por esa banda.

Ahora bien, a mí me gustan los equipos agresivos y que le metan miedo al contrario. Como es conocido para los aficionados, el medio campo es el centro de producción en el fútbol, es allí donde se gestan las ideas, donde se define el partido. Es por eso que yo pondría ahí el famoso doble cinco, dos volantes que destruyan el juego para que impidan cualquier buen funcionamiento del contrincante. Como mediocampista por la izquierda metería a Gustavo Petro, un tipo recio, bravo, terco, agresivo, asustador, que no se deja pasar por encima, que maneja muy bien el balón y que busca siempre sacarle ventaja a la debilidad del contrario. Mi preocupación con él es que se distraiga demasiado en su posición, por eso había pensado en ponerle como volante corrector a Antonio Navarro Wolf ahí al lado, pero como renunció a jugar en esa posición, decidí entonces ponerle ahí a uno con perfil derecho que con su temperamento se lleva por encima al contrario: Germán Vargas Lleras. El tipo tiene vocación ofensiva y le gusta construir jugadas a largo plazo, específicamente para que en cuatro años se alce en lo más alto de la competición. Vargas Lleras sabe regresar a su posición y dice ser muy bueno haciendo cambios radicales de frente aunque se la pase haciendo pases largos hacia el sector derecho. Tocaría ponerlo a trabajar un poco más en eso, pero le tengo fe como volante 5 edificador.

Mi equipo tendría a dos volantes externos, que jueguen por el sector izquierdo y derecho, que desborden y que den de qué hablar constantemente con sus jugadas. Por la izquierda metería a Jorge Robledo, un tipo que con su mentalidad de atacar, desbordar, y dejar en peligro a los rivales, seguro que se convertiría en un arma muy útil dentro del funcionamiento del equipo. Además, Robledo sabe defenderse muy bien cuando le atacan por la banda, el tipo no pierde una y aunque a veces se le nota mucho lo prepotente dentro del terreno de juego, sus buenas maneras de cara al arco son importantes. Por la otra banda, por el sector derecho, yo ubicaría a Luis Carlos Restrepo como titular inamovible. Su capacidad para escaparse de la defensa y cruzar el límite del área sin que el contrario se dé cuenta es una habilidad que se complementa perfectamente con los pelotazos de José Obdulio al sector derecho del campo; con esa estrategia es muy difícil que agarren a Restrepo. El problema es que a veces se desaparece mucho del juego, como si esperara en la clandestinidad.

Pero lo más complicado viene ahora para escoger a los delanteros. Hubo un tiempo en el que se decía que en Colombia no había goleadores, yo nunca estuve de acuerdo con eso. Colombia es quizá una de las cunas más prolíficas que ha dado el mundo del gol. Apellidos tan ilustres como los Moreno, Palacino, Moralesrussi, entre otros, son muestra de que en el país lo que hay son goleadores, excelsos jugadores que con su perfil refinado pueden sacarle la bola de la red a cualquier equipo no por una ni por dos veces, sino por miles de millones de veces. Luego de una ardua y concienzuda preselección, decidí dejar a Guido Nule y a Juan Carlos Martínez Sinisterra como puntas de lanza de nuestra ofensiva. Nule ha logrado ganarse millones en dinero metiendo goles junto con sus dos hermanos sin hacer demasiado esfuerzo, Guido Nule es ese típico goleador que hace que los colombianos metamos el grito en el cielo. En cambio ese morocho Juan Carlos Martínez es un experto regateando a la defensa y escapándose de la marca; en espacios reducidos a veces se saca unas gambetas que burlan cualquier estructura de encierro del rival y cuando define de cara al gol siempre se sale con la suya.

Qué equipazo. Solo faltaría ponerle el broche perfecto, un director técnico estricto pero animador, de esos que le mete moral a todo el equipo. Espero que sepan de quién estoy hablando, porque Alejandro Ordóñez es sin duda el mejor director técnico que pudiera tener la Selección: sabe defender, tiene ese toque de moral y religiosidad que tanto contagia a los equipos colombianos y su manera de hablar tan imponente de seguro pone a funcionar parejito al equipo. Es intolerante ante la indisciplina y seguro no dudará en sacar del puesto a cualquiera de los jugadores. Algunos lo critican porque a veces resulta ser demasiado conservador, pero con semejantes opciones de gol que tenemos, estoy seguro de que eso no será un factor que genere preocupación.

Tenemos que sentirnos agradecidos porque sí tenemos con qué, definitivamente. La Federación Colombiana de Fútbol todavía está a tiempo de elegir el rumbo que yo propongo o cualquiera parecido, muchos personajes del país tienen un potencial que está siendo subvalorado y que estoy seguro puede hacernos volver a la gloria de festejar en un mundial.

Convocar a estos jugadores tiene muchísimas ventajas, yo por ahora solo les dejo dos: la primera es que la mayoría de estos hombres ya se conocen porque han jugado en muchos partidos del país; la segunda, es que dejaríamos de escuchar en las declaraciones pre y post partido la famosísima frase de «sí sí, hicimos lo que dijo el profe, sabemos de que era un partido difícil y bueno, se nos dieron las cosas» para escuchar algo más elaborado como «la mafia del equipo contrario no pudo con nuestra seguridad democrática que evitó cualquier ataque narcoterrorista en contra de nuestro arco; en cambio logramos dar de baja toda aspiración de desprestigiar nuestro juego y solo esperamos que para el próximo partido no se planee una venganza criminal desde la clandestinidad por parte de los oponentes subvertidos ante nuestro buen juego, que como la corrupción, es inherente a nuestra naturaleza».